domingo, 28 de octubre de 2012

Lineas con olor a cerveza.




(A) Una pelusa,
Ha estado abriéndose paso a través de mi garganta, 
dando tumbos como una mariconada rosa, ebria,
 ¡y como si no le bastara,
en la resaca, vomita más y más pelusas!
Todo en mi garganta, de la suya a la mía. Como pájaros regurgitando infinitamente.
La empujo torpemente con aguardiente-¡Y quémate porquería!


Tocan a la puerta, es ella,lo sé,
-Qué hago
Sí, lo digo sin interrogación, porque es una mera formalidad.
Lo digo sin aliento, con la camisa a medio abotonar,
sabiendo la respuesta: Nada.


Miro y noto las empalagosas notas que hasta hace un momento escribía,las veo fosforescentes, incomodas a la vista.
Nada tienen que ver con este poema,
con este inmundo plagio de Bukowski,
Y es que no puede ser de otra manera.


Las solidas mariposas caen pesadas -como yunques- sobre mi estomago,
-va pa' afuera, va pa'...
La pelusa cae sobre el vaso y me salpica todo, 
-¡Hija de p...
Pero entonces veo los versos -con los que intenté forjar una armadura,sin herramientas, con mis manos toscas de albañil-, correr por el desnudo de la mesa, y abrirse paso por entre las grietas de la textura.
Van a mejor vida, van pa' afuera, mis bastardas  luciérnagas -todas empapadas de formol. 


Y deja también de sonar el teléfono ...¿o era la puerta?
lo que no sé, es si es bueno o malo.
Tardaré un poco más en discernirlo.
No importa, porque me deja una sensación de alivio, una paz lograda a punta de saliva. 


Ignoro qué será de la vida de la pelusa,
a lo mejor encuentre cabida en la boca de un par de enamorados desprevenidos.
A lo mejor. 


Guardo pues mi pluma en el tintero. 
-¡Joder, qué cosas digo! ¡Si acabo de meter el dedo en el vaso! ¡¿con qué vaina estaba escribiendo?!

Simplemente Luisen