miércoles, 19 de enero de 2011

Y te veré


Cada que mire la noche desnuda
Te tendré en cada destello celeste.
Habrá un reflejo de tu diáfana alma
Iluminando cada anhelo, cada deseo,
Cada imagen que surque mi mente
De cuando juramos amarnos eternamente.

Cada que me acerque a un espejo,
Juraré no reconocer a aquel soñador
Que creyó encontrar refugio de las exorbitantes angustias
En tu confortante pecho,
Que te vio en cada parpadeo,
Con el éxtasis de volverte a ver.

Recordaré el apasionado ardor
Que nacía de entre nuestros blandos cuerpos
Al manifestar fantasías y sueños
En un encuentro precoz.



Luis Felipe Velásquez