El sol se escurre
Por el horizonte,
Como nuestro amor en decadencia.
Ya no eres tú,
La que solía dirigir con encanto
El compás de mis latidos.
Ya no soy yo,
Quien se fascinaba
Divagando en la densidad te tus húmedos ojos.
El perfume se ha disipado.
Aquellos besos marchitos.
Como un arcoíris decolorándose en el desierto.
Y este mimo que ha perdido su pantomima.
Ya no eres tú,
El ser con el que podía pasar el tiempo
Mientras volamos en besos y palabras.
Ya no soy yo,
El que se desvelaba
Con recuerdos de tus apasionadas caricias.
Fantasías exiliadas
Vagan por los valles ponzoñosos y dolientes…del ayer.
Y a los que suelo regresar
Como un viudo hecho pasado.
Ya no eres tú,
Una promesa de tranquilidad.
Ya no soy yo,
Tu esperanza personal.
Semanas… meses… embadurnados por nostálgicos recuerdos
De dos amantes empedernidos,
Que se aprisionan más y más
En las raíces de lo que un día fue un frondoso acre.
Ya no eres yo,
Ya no soy tu…
Luis Felipe Velásquez